KIWI
Originario de China, donde crece naturalmente en las colinas de China
oriental y a los pies del Himalaya y con tanta abundancia que pasó a llamarse
la perla del Himalaya. Allí se lo conoce con el nombre Yang-Tao siendo el
nombre científico de la planta Actinidia Chinensis que en el idioma griego
quiere decir rayo, atribuido a un profesor de botánica inglés en el año 1850.
Este nombre tiene relación con las semillas del kiwi porque están dispuestas en forma radial. El cultivo de este fruto se extendió a diversos países cuyos climas permitían su cosecha pero en realidad la nación que más predomina y se destaca en su cultivo tanto en cantidad como en calidad, es Nueva Zelanda.
El kiwi posee además de esta belleza interna una riqueza mayor aún que son los beneficios que aporta a la salud del ser humano al consumirlo.
Rico en vitaminas y minerales. Es además diurético y un colaborador de las personas hipertensas ayudando a controlar su presión. Es un protector de las arterias y los capilares, colaborando también en mantenerlas elásticas.
Contiene el ácido llamado proteolítico, que ayuda a mejorar la circulación de la sangre y a combatir el colesterol malo. Su cualidad mayor radica en el elevado contenido de vitamina C. Cien gramos de su pulpa aporta más de 100 miligramos de vitamina C siendo cubiertas las necesidades diarias de un adulto. Estos aportes son excelentes para individuos que tienen sus defensas bajas ayudándolas a prevenir resfríos y gripes.
Este nombre tiene relación con las semillas del kiwi porque están dispuestas en forma radial. El cultivo de este fruto se extendió a diversos países cuyos climas permitían su cosecha pero en realidad la nación que más predomina y se destaca en su cultivo tanto en cantidad como en calidad, es Nueva Zelanda.
El kiwi posee además de esta belleza interna una riqueza mayor aún que son los beneficios que aporta a la salud del ser humano al consumirlo.
Rico en vitaminas y minerales. Es además diurético y un colaborador de las personas hipertensas ayudando a controlar su presión. Es un protector de las arterias y los capilares, colaborando también en mantenerlas elásticas.
Contiene el ácido llamado proteolítico, que ayuda a mejorar la circulación de la sangre y a combatir el colesterol malo. Su cualidad mayor radica en el elevado contenido de vitamina C. Cien gramos de su pulpa aporta más de 100 miligramos de vitamina C siendo cubiertas las necesidades diarias de un adulto. Estos aportes son excelentes para individuos que tienen sus defensas bajas ayudándolas a prevenir resfríos y gripes.
Cuenta con minerales como hierro, fósforo, calcio, magnesio y el cromo que juega un papel muy importante en enfermedades cardíacas, diabetes, obesidad. Otro aporte de valor es la vitamina B9, (ácido fólico) que previene la anemia.
Es un fruto de invierno, siendo ésta una ventaja al permitirle mantenerse en buen estado durante más tiempo. El kiwi se cosecha antes de que llegue a su plena madurez pudiéndose transportar sin inconvenientes y llegando en buen estado luego de unos días de haber sido cosechado.
Como verán son muchas sus propiedades y para quien tenga el privilegio de tenerlo a su alcance es bueno que sepan de sus beneficios para aprovecharlos.
Si quieres ver las fotos de esta entrada click aquí: http://www.flickr.com/photos/fruteracurrillo/
Fuente: http://www.solovegetales.com/ver-articulo.php?id=36